sábado, 9 de abril de 2016

Ética empresarial, Ética social y Bioética




Dentro del material bibliográfico correspondiente a la unidad 2, se abordan temáticas como la ética empresarial, la ética social y la Bioética.
La ética empresarial se recluye en varias rutinas y conductas éticas dentro del ámbito empresarial de la sociedad y la autoridad o señal que tiene ésta en el entorno de los negocios, además que el desarrollo empresarial involucra rutinas éticas.
                                      
                                                                           Imagen obtenida de: http://www.francesctorralba.com/

Lo que comenta el filósofo Francesc Torralba, en su video o conferencia que forma parte de la temática correspondiente a la unidad 2 del curso. Donde define; que cuando una organización plantea valores y códigos de conducta, pero en la cotidianidad a través de la operatividad real de la misma, no sigue estos valores y códigos de conducta estamos frente a una actitud cínica.
También comenta que un aprendizaje que nos da la ética en la vida de las organizaciones, es recuperar los valores; tales como: La austeridad, la ayuda mutua y la prudencia, las organizaciones desde la sensatez y el sentido común.
Además expresa que para generar confianza organizacional, se deben tener virtudes o cualidades básicas: "Capaz de adaptarse a las metamorfosis del entorno, teniendo en cuenta al talento, que se caracteriza por adaptarse, anticiparse y buscar estrategias a entornos hostiles", es decir tener la virtud de la flexibilidad.


                                      

François Valleys, en su conferencia titulada “Virtud, justicia y sostenibilidad”, comenta varios conceptos que si en la realidad fueran atendidos de manera social aderezarían numerosos entornos de injusticias que se viven en nuestra sociedad.
Por ejemplo, parte a desarrollar su ponencia retomando las ideas del ecólogo Aldo Leopoldo planteando la tesis según la cual "la especie humana puede sobrevivir sólo si el ecosistema que la integra es capaz de reponerse y sobrepasar la violencia ejercida por el ser humano a lo largo de la explotación económica de la naturaleza. Al terminar su discurso, el público plantea algunas alternativas que requieren tareas de orden individual y colectivo. De estas alternativas se destacan las siguientes: Generar unas pautas de convivencia mínimas, con voluntad de diálogo que integre al otro en igualdad de condiciones y organizar campañas que conlleven a la toma de conciencia de que las acciones individuales tienen efectos a nivel global. Esto mejoraría la buena convivencia, calidad y condiciones de vida de toda la sociedad; por otra parte, nos haría reflexionar de forma positiva sobre cada cosa que hacemos ya que es algo indebido nos puede afectar a todos.


                                       
                                     Imagen obtenida de: http://www.iztacala.unam.mx/rrivas/NOTAS/Notas1Introduccion/etiprincipios.html

La calidad de vida es complementaria a la sacralidad de vida humana, esta es un principio formal que por propiedad de vida debe entenderse al criterio formal de respeto de los seres humanos. La calidad de vida comprende por lo menos tres: calidad de vida privada o de máximos, directamente relacionada con los principios éticos de autonomía y beneficencia; calidad de vida pública o de mínimos, que depende de los principios éticos de no-maleficencia y de justicia y el criterio de la excepcionalidad, que permite justificar excepciones a la norma de acuerdo con criterios de calidad, a la vista de las circunstancias que concurren en el caso y de las consecuencias que se producirán de no hacerse así.

La Bioética contemporánea giró la manera con la cual los problemas entrecruzados comprenden de forma cercana un contexto social temporal más grande. El cambio más llamativo sobre las últimas dos décadas ha sido el de la secularización de la Bioética. Las consecuencias han sido de alguna manera, manifiestas, han sido hacia un discurso público que acentúa temas seculares, por ejemplo: los derechos universales, la autonomía del individuo, el debido proceso jurídico y un rechazo sistemático a una bondad común o a una bondad individual trascendente. De acuerdo a lo anterior la Bioética enfoca tres partes principales: la primera hace referencia a la manera como ésta se manifestó en el escritor mismo; la segunda hace una breve presentación de la historia de la Bioética y la tercera muestra una consecuencia de la secularización.

El cuerpo-alma desde el punto de vista de la teología bíblica nos abre a una perspectiva no dualista del hombre, la cual, se pude decir que sella la ruptura cuerpo-alma con la característica de la visión bíblica del ser humano como imagen de Dios. Lo dicho nos lleva a reflexionar sobre la resolución de cuatro problemas, pasando antes por importantes precisiones de tipo antropológico de la fe cristiana: ¿De dónde procede el alma del individuo?, ¿Hasta qué punto individualiza el alma a cada hombre concreto?, ¿Qué ocurre en su muerte?, ¿Qué significa resurrección de los muertos?

La vida, tanto desde la perspectiva filosófica como la biológica es un proceso continuo, pero que en ninguna etapa hay modificación de la estructura fundamental y por ende en el caso del hombre su sustantividad esencial permanece para siempre la misma. Con base en lo anterior, el autor afirma que la «personeidad» diferente de la personalidad es el carácter estructural de la persona, y que ésta sólo varía en su circunstancia, en el momento en que se la estudia. Sin embargo, el hombre en cualquier circunstancia tiene autonomía teológica y por tanto, merece el mismo respeto incondicional como persona humana.

La autonomía junto con el principio de beneficencia de no-maleficencia y de justicia, constituye un principio fundamental en la bioética clínica desde sus inicios. Sin embargo, la autonomía del paciente, considerado como agente moral, no debe comprenderse de forma excluyente y menos aún de forma absolutista, sino que la autonomía humana y también la del paciente deben contemplarse desde su radical vulnerabilidad y dinamicidad.

La ética del cuidado se puede entender como un modelo ético que viene a ayudar la ventaja de las propuestas en que predomina lo correcto como objeto de la ética, en las que se busca la justicia imparcial e igualitaria y la defensa de los derechos como base de unos mínimos para la convivencia; por lo tanto la ética del cuidado propondría un énfasis en la idea de solidaridad con la intención de avanzar hacia una ética pública.

La eutanasia hace referencia a la autoimagen y a la imagen del mundo del hombre; también a la comprensión de la enfermedad y la muerte. Años atrás esta significaba una muerte honrosa y agradable y no el término de la vida activa. A través de estudios médicos, psicológicos y sociológicos han llevado a nuevos conocimientos sobre el trato con la muerte y el fallecimiento. La muerte se refiere a diferentes ámbitos: desintegración física, aislamiento social, tristeza de vivir y miedo a la muerte. La muerte social puede ocurrir antes de la muerte física y la muerte espiritual antes de la muerte del alma.

La Declaración Universal sobre el Genoma y los Derechos Humanos generalmente expone los criterios de los derechos humanos formulados por los avances en la biología molecular y la genética. El fundamento de estos criterios es el respeto por la dignidad humana, una premisa desde la cual se derivan otros principios.

Las concepciones morales a través de la historia se desarrollan espontáneamente en la vida individual y social de los seres humanos. Como resultado de necesidades y condicionamientos locales se ha constatado el desarrollo de costumbres que hoy consideramos inmorales, pero en el momento en que fueron adaptadas, eran comprensibles, y aún aceptables, dadas las necesidades del contexto particular. Tomar conciencia de esta limitación no hace prolijo el discurso ético; por lo contrario, nos compromete a buscar el «fundamento» de los valores y de las normas en una argumentación racional.